Fenómeno El niño en el Perú

Fenómeno El niño en el Perú

Pedro Gamio Ex viceministro de Energía
Ideele Revista Nº 254

Hay 85% de probabilidades de que El Niño se extienda hasta mediados del próximo año y que sea fuerte o extraordinario. La experiencia más cercana de lo que se viene es El Niño producido en 1997. El fenómeno produjo una catástrofe que acabó con la vida de 354 personas y dejó 112 desaparecidos, además de 746 heridos en todo el país. En Piura, por ejemplo, durante El Niño de 1997 casi llovió veinte veces más que el promedio anual. El Niño extraordinario de 1997 presentó lluvias intensas en regiones como Ica, donde hubo 58 mil damnificados. Las lluvias torrenciales, huaycos, inundaciones, maretazos y vientos fuertes provocaron la destrucción de 944 km. de carreteras, 350 puentes, 200 colegios y 70 centros de salud. Los damnificados sumaron más de medio millón al término del evento.

El 28 de agosto último el BAP Tacna, de la Marina de Guerra, zarpó desde el Callao hacia el puerto de Paita. La embarcación llevaba 17 mil toneladas de ayuda humanitaria consistente en 100,000 calaminas, 500,000 sacos terreros, picos, palas, machetes, barretas y mosquiteros. Por ello, el 7 de setiembre fue promulgado un Decreto de Urgencia que destina 1700 millones de soles para financiar actividades de reducción de riesgos, preparación y respuesta ante el período de lluvias 2015-2016. El decreto otorga recursos al Ministerio de Educación para el mantenimiento de infraestructura y mobiliario de locales escolares y autoriza el uso de recursos del Fondo para las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional para enfrentar El Niño. Además, dicha norma crea el Consejo Nacional de Gestión de Riesgo del Fenómeno El Niño, presidido por el ministro de Agricultura, y autoriza la compra y alquiler de maquinaria por parte del Ministerio de Vivienda durante los próximos 60 días. La gran pregunta es que si esto será suficiente y si estamos a tiempo.

Aún no se conoce si se contará con suficientes puentes Bailey y maquinaria, cuya estructura metálica permite armarlos en 48 horas para resolver problemas de aislamiento de las localidades más vulnerables. El Niño puede golpear fuerte a regiones más pobladas que las de los noventa y con una creciente participación en la economía en campos como la agricultura de exportación. Es imposible ir contra la naturaleza. Solo hay que adaptarse a los posibles escenarios. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), confirmó la presencia agresiva del fenómeno de El Niño, el cual afectará al país. El último fenómeno de El Niño con consecuencias catastróficas, provocó que los niveles normales de temperatura del aire se elevaran y disminuyeran en casi 5 grados. Si Lima tiene una temperatura normal de 24 grados Celsius, con El Niño se elevará hasta el nivel 30 o más durante el día. Por las noches, la temperatura normal también descendería.

Con El Niño subiría y bajaría la temperatura hasta 6 grados e incluso más, esto quiere decir que la costa peruana tendrá días cálidos y noches heladas, lo cual traería enfermedades respiratorias. En el sector agropecuario, el cambio de temperatura no permitirá que la siembra de productos en la costa llegue a cosecharse, las altas temperaturas generarán la aparición de plagas y causarán el desborde de ríos, generando millonarias pérdidas al sector agropecuario. Con la llegada de las aguas calientes al litoral peruano, la Anchoveta, que es el 90% de la producción pesquera del Perú abandonará el mar peruano para irse más al sur o profundizarse en el mar, generando pérdidas a este sector. Esto generará la pérdida de biomasa para años posteriores. A las lluvias intensas en el norte, se suma la sequía en el sur andino, debemos prevenir y estar preparados ante la amenaza climatológica. Vamos a enfrentar problemas de abastecimiento de combustibles como el GLP por el oleaje bravo, que impide la descarga de este combustible, del que depende el 70% de hogares.

El Fenómeno del Niño va a ser frecuentemente más intenso. Hemos tenido dos muy agresivos, en dos décadas, lo que es totalmente atípico y va a serlo más. Se ha percibido un aumento en la recurrencia de sequías y heladas en cuencas de gran importancia por ser proveedoras de alimentos y energía del país. El fenómeno de El Niño tiene una importante incidencia sobre el volumen hídrico y capacidad hidráulica, lo que ha ocasionado la escasez de agua (recurso hidráulico) por presencia de sequías que no permite producir electricidad suficiente para abastecer la demanda; y afectación de infraestructura de generación y transmisión, producidos por aluviones o inundaciones.

El Niño producido en 1997 dejó una catástrofe que acabó con la vida de 354 personas y dejó 112 desaparecidos, además de 746 heridos en todo el país

Como ilustración de la magnitud del problema del cambio climático, que motiva la mayor agresividad del fenómeno El Niño, el informe Stern estima que el costo, si hubiéramos desarrollado suficientes acciones articuladas de prevención, mitigación y adaptación, podría limitarse el costo a alrededor del 1% del PBI mundial, mientras que la inactividad o indiferencia de mucho tiempo, puede implicar para el PBI una pérdida anual comprendida entre el 5% y el 20%. Esto será sufrido principalmente por los sectores más pobres de la población. El rubro energético será impactado, afectando la calidad de vida del ciudadano, su desarrollo humano. Se trata de menor disposición de agua y de caudales, lo que hará menos eficientes a las hidroeléctricas, afectando su punto de equilibrio económico, obligando a usar generación térmica a petróleo y sus derivados, incrementando sustancialmente los costos del servicio eléctrico y las externalidades, por el uso de un combustible de origen fósil, que contamina. Las hidroeléctricas no sólo son afectadas por el deshielo de los glaciares, la mayor frecuencia de fenómenos agresivos de El Niño o sequías, fuera del patrón histórico, también las perjudica. Esto obliga a ser más eficientes en diversificar la matriz, apostando por otras energías renovables alternativas, que son una más sostenible respuesta que incrementar el uso del diésel para generar electricidad.

El cambio climático es un desequilibrio cuyo origen es el calentamiento global de la tierra producido por los gases de efecto invernadero. Este fenómeno impacta en la intensidad del fenómeno El Niño, el retroceso de los glaciares y sus efectos se aprecian en la agricultura y el suministro de agua potable en las ciudades y en la producción hidroenergética. Perú tiene 28 de los 34 climas existentes en el mundo, lo cual dificulta la prevención climática. Los glaciares tropicales peruanos retrocedieron en un 40%1. El estudio de vulnerabilidad y adaptación realizado por consultores del Ministerio del Ambiente (Minam) se centra en la generación de hidroenergía, priorizando cuencas representativas de las diferentes zonas hidrológicas por su magnitud de producción de electricidad: Poechos (Piura), Santa (Ancash), Rímac (Lima), Mantaro (Junín), Chili (Arequipa) y Vilcanota (Cusco), analizando la relación entre la disponibilidad del recurso, por la reducción de los glaciares y la afectación de infraestructura con el fenómeno de El Niño. Se analiza la vulnerabilidad de la producción de hidroenergía, la infraestructura y los sistemas de transmisión frente a los peligros climáticos futuros.

Perú tiene el mayor número de glaciares tropicales de América Latina, particularmente sensibles a las variaciones climáticas que alimentan gran parte de los ríos de la costa desértica de este país, cuyas aguas son utilizados por más de la mitad de la población. Además, estas aguas son aprovechadas para la generación de electricidad. El 53% de la energía del país es suministrada por hidroelectricidad. Los científicos aseguran que hay evidencias de que el retroceso de la mayor parte de los glaciares en el mundo obedece al aumento progresivo de las temperaturas provocado por altas emisiones de gases -como el dióxido de carbono- procedente de combustibles de vehículos y fábricas. Los expertos aseguran que el planeta está viviendo el período más cálido de los últimos 10.000 años. Si bien los cambios han sido graduales podrían conducir en un futuro a climas extremos.

Si las condiciones climáticas permanecen igual, hacia el año 2020 casi todos los glaciares por debajo de 5.500 metros van a desaparecer. El número de damnificados, de personas que podrían perder la vida y de daños materiales por desastres derivados de cambios climáticos, sería mayor debido a la falta de prevención. En Perú se evalúa en qué porcentaje ha aumentado el número de lagunas causadas por el deshielo, las cuales podrían embalsarse y provocar deslizamientos con consecuencias graves. En las últimas décadas, pequeñas comunidades se han establecido muy cerca de los glaciares incentivados por el creciente número de turistas, que ofrece imponentes paisajes y la posibilidad de practicar deportes de aventura y nieve. Esto es de gran riesgo. Debemos involucrar a la ciudadanía frente a las contingencias que nos amenazan, no basta con redactar planes o ejecutar algunas acciones apuradas, hay que desarrollar un sistema nacional de prevención, moderno y eficaz, de alerta ciudadana, como lo hace hoy Chile. Donde cada persona con celular es parte de la cadena de defensa civil. Además de mejorar nuestra infraestructura y servicios.


1Los glaciares de las 19 cordilleras nevadas del Perú han perdido su superficie en más de 40% en los últimos 40 años, según informe de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) en base al último inventario realizado, al que se compara con el hecho en la década de 1970.

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Pero ahora se esta tomando

Pero ahora se esta tomando previsiones, ya el calor de primavera es fuerte mucho mas de lo normal, espero se apoveche agua con diques y calor para otros cultivos.

La preparación preventiva

La preparación preventiva todabia no alcanza al conjunto de la población, tal es el caso de los barrios de los distritos de lima, que en caso de lluvias no tienen sus techos preparados para evitar filtraiones y drenaje adecuado, ademas en las zonas que se consideran mas afectadas tampoco se orienta adecuadamente para la prevención sobre daños en las viviendas.

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