Interesante estudio. Talvez
Enviado por MARCO ORTEGA (no verificado) el
Desde 1985 (PROEM), se viene responsabilizando a los derechos (costos) laborales de la informalidad en el mercado de trabajo. A consecuencia de ello, las normas laborales han sufrido un recorte radical hasta la fecha. Sin embargo, cada vez que se agitan las aguas de nuestra economía (pequeña, débil y abierta), vuelven las voces empresariales a pedir más flexibilización laboral.
De los mil datos que muestran la falacia de la ecuación “a más flexibilidad laboral-más empleo formal”, veamos lo sucedido con el régimen laboral de la micro y pequeña empresa, donde está la mayor bolsa de informalidad. Partamos de tener a la vista que en los ámbitos de la micro y pequeña empresa hay 2’748,163 y 1’568,109 asalariados, respectivamente.
Desde hace más de una década, existe un régimen laboral especial para estos trabajadores que ha pasado de temporal a permanente y de considerar un número mínimo de trabajadores (hasta 10 y de 11 a 100), a tener en cuenta únicamente el volumen de facturación: S/. 570,000 (150 UIT) para el primer caso, y S/. 6’460,000 (1700 UIT). Como se ve en el cuadro adjunto, este régimen laboral ha pulverizado los derechos a gratificaciones, vacaciones y CTS, de los trabajadores de las microempresas, reduciendo a 5% el costo de estos derechos en el régimen general y a 29.1% en el régimen de pequeña empresa, frente al 54% en el régimen general.
Con datos al 2013, sólo el 8.7% de las micro empresas y el 7% de las pequeñas empresas se han acogido a este régimen, con lo que sólo el 5.1% de los trabajadores en las primeras y el 3.9% de los trabajadores de las segundas se han formalizado. No cabe duda que los resultados son realmente magros e irrelevantes, por lo que insistir en la reducción de derechos como vía de formalización no es una postura interesante sino interesada.
De otro lado, pasemos a ver la situación de la estabilidad laboral que aparece como principal blanco al que apuntan ahora los actuales dardos. Comencemos señalando que nuestra constitución plantea un derecho al trabajo y una consecuente protección contra el despido arbitrario. En ese marco, la Ley de Productividad y Competitividad Laboral es realmente prolífica en el establecimiento de faltas de conducta de los trabajadores que dan lugar a un despido justificado: son más de 40 supuestos. Completemos el marco general señalando que al 2013, de los 3 130 592 trabajadores registrados en planilla en el sector privado, el 37% estaba contratado a plazo indefinido y el 63% a plazo fijo (que pueden laborar hasta 5 años en esta condición).
Con tales datos, la situación de la estabilidad laboral es la siguiente: 1) si la informalidad está en 58% en el sector privado, casi 6 de 10 trabajadores no tienen protección alguna frente a cualquier despido; 2) en el régimen de micro de los restantes, 2 de cada 3 están contratados a plazo fijo, y, por tanto, el mecanismo de extinción no es el despido sino simplemente la finalización del contrato. No me cabe duda alguna que en tales términos la estabilidad laboral tampoco es un problema real en nuestro mercado de trabajo. Como tampoco hay dudas respecto a que estamos ante un fenómeno multidimensional, cuyas causas giran mucho más que en los derechos de los trabajadores, en la tributación, los costos financieros, la bajísima productividad de nuestros trabajadores y la tramitología.
Finalmente, lo que sí es un problema real es que la distribución del ingreso en el país se está volviendo cada vez más injusta. El gráfico que sigue nos muestra cómo los ingresos de los trabajadores han disminuido de 30.1 a 21.7 en tanto que los de las empresas han crecido de 52.7 a 63.2.
Este trasvase de recursos (resultado en gran medida de la flexibilidad laboral), que agudiza la ya profunda desigual distribución de ingresos en el Perú, no ha resuelto el problema de la informalidad sino que la está convirtiendo en estructural, en la medida que no basa la competencia en el incremento de la productividad real de cada trabajador sino que la sustenta en un incondicionado ajuste de cinturones a los trabajadores. Y por ese camino no transita con certeza el desarrollo de país.
Enviado por MARCO ORTEGA (no verificado) el
Enviado por Amerson (no verificado) el
Haces un pésimo análisis económico, tu argumento para desconocer que el costo de la contratación laboral es comparar 2 cifras. Una es la es del régimen general y la otra es del régimen especial a las pymes donde hay una diferencia importante. Pero no haces un análisis económico. Primero que no tomas en cuenta el Sueldo mínimo que es básicamente la razón por la cual existe tanta informalidad, segundo que los informales tienen un costo 0% respecto a sus contrataciones laborales, ahora si ello saben que no existe una correcta fiscalización por parte de nuestras autoridades cual es su incentivo para pasar a pagar un 5%??? Realmente no tienen incentivos para hacerlo y es por ello que la informalidad no ha bajado en lo absoluto, esto también deriva del nivel de producción de las pymes y otras regulaciones impuestas que también generan costos adicionales. Si crees que el capitalismo es el problema, te cuento que es el capitalismo el creador de lo que hoy contemporáneamente llamamos trabajo y dudo mucho que en los paises declarados socialistas en la actualidad sus habitantes ostenten altos niveles de vida.
Enviado por SIMON WENCESLAO... (no verificado) el
Bien dijo Juan Pablo II la plaga de hoy es el Capitalismo Salvaje, aprovechándose de esta mini crisis del sistema capitalista, e invocando a ciertas flexivilizaciones existentes en otros países, pretenden arrebatar a los trabajadores conquistas históricas como las vacaciones, gratificaciones, CTS, etc. las federaciones y confederaciones nacionales tienen la palabra, si bien es cierto que no afectaran con sus pretensiones a los trabajadores formales, pero nosotros tampoco estamos dispuestos a que los trabajadores nuevos y de la mypes y otros, sean mancillados, daremos la pelea, no permitiremos este aropello.
Interesante estudio. Talvez el Dr. Villavicencio en una proxima entrega, podría realizar un estudio similar de otros regimenes sectoriales como de losTrabajadores Textiles y régimen laboral agrario.