La crisis en Ucrania: competencia de potencias
La crisis en Ucrania: competencia de potencias
I
La crisis política que se inició en Ucrania a partir del 2014 nos recuerda la importancia y vigencia de la geopolítica en el ámbito internacional. El resurgimiento del pensamiento geopolítico principalmente en los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU) ratifica la importancia existente en la interacción entre geografía, recursos energéticos, rutas de acceso, y el rol de las potencias mundiales en el sistema internacional. Los acontecimientos políticos en Ucrania nos sirven para ver el resurgimiento del constante juego en el balance de poder que se gesta en Europa del Este y cómo esto afecta al sistema internacional, especialmente cuando las potencias globales y regionales ponen de manifiesto sus intereses particulares.
El interés de Rusia en mantener su hegemonía dentro de lo que consideraría Moscú como su área de influencia ha alterado no solo el orden regional en Europa sino que esto a su vez ha involucrado a la potencia hegemónica de los EUU, la cual intentó disuadir a Moscú del alto costo económico que significaría para Rusia el persistir en la política expansionista de Vladimir Putin.
La presión económica dirigida por Washington buscó deteriorar más la situación económica por la que Rusia atraviesa desde hace 4 años, la misma que empeoró sustancialmente a fines del 2014: cuando el rublo perdió su valor en un 50%, con la fuga de capitales que se estima en el doble en comparación con las cifras del año 2013, con el constante ascenso de la inflación, y con la baja en las reservas naciones estimadas en por debajo de los US$400,000 millones. Paralelamente a esto, las sanciones económicas impuestas por Occidente estaban destinadas a afectar al sector privado ruso. Esto se produjo por medio de las restricciones bancarias y financieras a las cuales fueron sometidas distintos bancos occidentales, buscando de esta forma limitar y en algunos casos impedir que empresas rusas puedan refinanciar sus deudas con dichos bancos, lo cual a la postre disminuiría la competitividad internacional de las empresas rusas. Ello obligó a muchas de estas empresas rusas a recurrir a prestamos financiados por el Estado ruso, profundizando su inestabilidad económica e institucional, la misma que de por si viene sufriendo un revés económico con la constante disminución del precio del petróleo, lo cual afecta directamente a la económica nacional e internacional rusa.
Sin embargo, tanto las sanciones económicas como la constante disminución en el precio del petróleo no persuadieron a Vladimir Putin para renunciar a Crimea. Es más, el líder ruso demostró una vez más a occidente cual es el futuro de algunas de las ex-repúbicas soviéticas que Moscú considera coma parte de su seguridad e interés nacional. El caso de Ucrania no es el primero ni será el último en la competencia que rige la relación entre potencias regionales y globales. En el 2008, se encuentra un antecedente de cómo opera la policía exterior rusa en temas referidos a las antiguas repúblicas soviéticas. En agosto de dicho año Rusia invadió el estado soberano de Georgia, enviando un claro mensaje a occidente en relación al continuo proceso de expansión que instauró la OTAN a partir de la década los 90s. El proceso de democratización, liberalización de mercados, e integración institucional que dirige tanto la Unión Europa (UE) como la OTAN no ha generado la seguridad y estabilidad que algunas ex –repúblicas soviéticas esperaban, sino todo lo contrario, puesto que ésta ola expansionista Occidental terminó incrementado la inseguridad y desconfianza que Rusia siempre mantuvo hacia Occidente, fundamentalmente a los EEUU.
II
Si bien es cierto, lo económico y político son elementos cruciales de la política desplegada por occidente para influir y ganar mayor presencia en la ex –repúblicas soviéticas, estas dos elementos no son los únicos que permitirían a las instituciones occidentales consolidarse paulatinamente en una zona que tradicionalmente pertenecía a la zona de influencia rusa. El factor militar juega innegablemente un rol, y ese es uno de los temas que se discute en los círculos internacionales occidentales, es decir, se viene alentando la venta de armas y equipamiento a las fuerzas militares de Ucrania (principalmente misiles antitanque y misiles anti-avión). Todo esto con la finalidad de que Kiev pueda contrarrestar la presencia e influencia militar rusa en las líneas fronterizas entre Ucrania y Rusia. Sin embargo, estas propuestas belicistas podrían generar un efecto no deseado, el mismo que podría acelerar un escalamiento militar que podría conducir a una cruenta guerra, tal como sucedió en el 2008 con la guerra Ruso-Georgiana, y ello pondría de manifiesto una vez más de que Moscú esta dispuesta a actuar rápidamente y de forma enérgica en aras de la defensa de su seguridad e intereses nacionales.
Los grupos separatistas del Este de Ucrania cuentan con moderno armamento y con asistencia militar de las tropas rusas, lo cual ha generando un balance de poder favorable a Moscú en comparación con Kiev. Por lo tanto, si Ucrania desearía tener alguna opción para enfrentar a Rusia en un conflicto militar, Kiev requerirá de un notable despliegue de ayuda militar por parte de los EEUU, a fin de generar algún tipo de balance de poder. Sin embargo, esto no pasa de ser una ilusión dado que es materialmente imposible que Ucrania se equipare militarmentea Rusia, y en el campo de batalla es muy poco probable que Ucrania pueda derrota a la poderosa fuerza militar rusa.
se viene alentando la venta de armas y equipamiento a las fuerzas militares de Ucrania. Todo esto con la finalidad de que Kiev pueda contrarrestar la presencia e influencia militar rusa en las líneas fronterizas
A pesar de la supremacía militar rusa en comparación con Ucrania es improbable que Moscú use su arsenal nuclear ante un posible conflicto con Kiev. Sin embargo, ello no quiere decir que Rusia no vaya a tomar medidas militares que sean necesarias para mantener su influencia dentro de su patio trasero. Es decir, presionar a Rusia puede ser extremadamente riesgoso. Por ello, los EEUU debe ser cuidadoso al momento de decir si es que abastecerá militarmentea Ucrania, puesto que un mal calculo estratégico podría incitar a una provocación y ello alteraría el Status Quo en Europa del Este.
Ante la posible venta de armas por parte de los EEUU al gobierno central ucraniano para contrarrestar los avances hechos por los rebeldes del Este de Ucrania, los lideres de los países europeos más influyentes, principalmente Alemania y Francia, rechazaron dicha iniciativa, mostrando una posición abiertamente contraria a la de los EEUU, lo cual fue aprovechado rápidamente por Moscú, que vio un occidente divido y poco solido en este tema.
En este sentido Alemania opto por la diplomacia en desmedro de la opción militar. El resurgimiento de una potencia regional se puso de manifiesto cuando la canciller alemana Ángela Merkel desestimo la venta de armas por parte de Occidente a Ucrania. Esta medida le dio un giro importante a como se desarrollaría la crisis en Ucrania, la misma que está plenamente internacionalizada, y ello favorece significativamente a Rusia, pues le da la posibilidad de negociar paralelamente con países Occidentales fuertes que pueden, dadas las circunstancias, hacer frente a los EEUU defendiendo sus propios intereses nacionales.
III
La practica internacional del deterrence como parte de la política exterior fue considerada como la más eficiente por décadas, dado de que esta busca desmotivar a un adversario en caso éste esté pensando realizar acciones militares destinadas a alterar el balance de poder existente entre estados. Sin embargo, en la crisis de Ucrania, esta práctica podría generar un efecto contrario, puesto que si Occidente decide proveer masivamente armas a Kiev a fin de desmotivar a Moscú sobre una posible incursión o apoyo a las fuerzas separatistas del Este de Ucrania esto a la larga podría forzar a Rusia iniciar una acción militar en contra de Ucrania.
Este tipo de reacción sucede cuando el estado,en este caso Rusia, se siente amenazado por el trasfondo de las acciones ucranianas que contarían con el apoyo de los EEUU y de la OTAN, quienes vienen expandiendosu influencia sobre las ex –repúblicas soviéticas desde los años 90s. En este caso lo único que se lograría por medio del deterrence es que Rusia precipite sus acciones militares o su colaboración a los rebeldes. Es mas, si se analiza el tipo de relación que existió, existe, y existirá entre Rusia y Ucrania se aprecia que ambos países tienen relación histórica-político-militar que es mucho más estrecha de lo que se cree en occidente. Por ello, Ucrania es mucho mas importante para los intereses rusos que para los estadounidenses y por ese motivo Moscú esta dispuesto a pagar un mayor precio por mantener su zona de influencia en la región, y por eso el balance de poder en este caso favorece a Moscú.
Por todo ello, concluimos que Ucrania es estratégicamente vital para los intereses rusos en la Europa del Este, y ello no significa de forma alguna que los EEUU u Occidente en su conjunto se vean como potencias débiles, sino en este caso específico lo que Occidente como bloque debe hacer es reorientar su política exterior en relación a Ucrania sin esperar que Rusia renuncie a su propio interés, especialmente dadas las características que posee la relación rusa-ucraniana:proximidad territorial e histórica con Ucrania, y de la seguridad e interés nacional en la zona. Para poder alcanzar una solución armoniosa a la actual crisis en Ucrania es imprescindible no solo la participación de las potencias regionales y globales, sino también de las organizaciones internacionales. Finalmente, la incorporación de Crimea a Rusia será considerada como parte del precio que Ucrania tuvo que pagar por haber actuado de forma precipitada en su a fan pro-occidental, desafiando al poderío ruso por una parte. Por otra lado, podrá considerarse como un mal menor a los posibles conflictos militares que pueden generarse en Europa del Este, donde los EEUU viene expandiendo su influencia a través de instituciones internacionales como la OTAN, etc.