Locas, putas, extranjeras

Locas, putas, extranjeras

Ideele Revista Nº 269

Foto: Consuelo Vargas/El Comercio

Hace un tiempo publique un artículo, también para IDL, donde contaba sobre lo que estaba pasando en el 2014 solo por ser extranjera casada con peruano y residente en el país, por una ley de extranjería obsoleta y absurda, y la aplicación abusiva por parte de los funcionarios. En la renovación anual, el funcionario decidió que debía irme del país dejando a mi esposo y mi hija, en esas “interpretaciones” legales que el Estado le permite a estos funcionarios de los vacíos legales que siempre deja de manera casi maliciosa para facilitar el abuso y, por qué no decirlo, la corrupción de manera legal. Por suerte la presión mediática, la exigencia de diversos allegados y finalmente el sentido común venció la obstinación de los encargados de la Superintendencia Nacional de Migraciones, que se vieron obligados a entregarme mis documentos en regla casi un año después.

En todo ese tiempo conocí a otras mujeres colombianas, chilenas, dominicanas, cubanas, bolivianas, argentinas, españolas, rusas. Descubrí que lo que me sucedía era nada comparado con el verdadero infierno que ellas vivían, por el simple hecho de haberse enamorado y haber optado por venir a este país con un peruano; afrontaban una verdadera pesadilla debido a un sistema donde, además de ser abusadas y violentadas por sus parejas, eran estigmatizadas, cuando no simplemente ignoradas por gran parte de la sociedad y el Estado.     

Latinoamérica adolece de las mismas taras que padece cualquier lugar del planeta habitado por el ser humano: machismo, racismo, homofobia, xenofobia, y toda clase de discriminación. Lo que sí es diferente  es cómo la sociedad de cada zona o país trata de cambiar esta realidad, buscando que su entorno sea lo más tolerante posible, respetando al otro en sus características y diferencias, promoviendo una convivencia armónica, un entorno de paz y tranquilidad para nosotros y nuestros hijos.  

La violencia de género es terrible en nuestra sociedad, los crímenes de odio como el feminicidio, que el machismo patriarcal pretende negar, es la culminación lógica de toda una situación de abuso y menosprecio hacia quienes consideran cualquier cosa, menos un ser humano. Nuestro país, el país que decidí que fuese mi patria, que me ha dado las personas que más amo, no escapa de estos flagelos, como vemos en las noticias casi a diario. Lo realmente preocupante, sin embargo, es la falta de interés que muestra la mayor parte de los políticos y funcionarios para cambiar esta realidad.

En estos últimos meses cada decisión política tomada se ha caracterizado en desproteger y radicalizar la discriminación en general. Las autoridades encargadas de prevenir, vigilar y castigar conductas de intolerancia, hacen todo lo contrario.

Hay medios de comunicación que enseñan la xenofobia en sus programas matutinos y de farándula, usando información engañosa para concientizar a la opinión pública acerca de lo malo que traen los que vienen de afuera. Canales de televisión como Latina o Panamericana todos los días sacan noticias xenófobas resaltadas del modo farandulero y amarillista que caracterizan su línea editorial.

En este marco se sitúa la violencia ejercida contra nosotras, las mujeres extranjeras, que no somos consideradas seres humanos y estamos sometidas a leyes migratorias diseñadas para perpetuar esa absoluta indefensión ante el agresor.

Nuestra realidad es la violencia impune sobre nosotras y nuestros hijos, humilladas, golpeadas, violadas. En algunos casos igual pasa con los hijos nacidos de estas uniones, procesos de tenencia, alimentos, violencia, denuncias, acoso, abortos por palizas, tentativas de homicidio, etc. Un cadáver tirado todo un mes en una morgue como una NN, desaparecidas al mismo tiempo que son denunciadas por abandono del hogar por el agresor.

Uno de los más recientes casos fue la madre y esposa canadiense desaparecida. Ella pudo tener cobertura porque su familia contaba con el dinero para poder venir al país a buscar su cuerpo, el cual aún no aparece. ¿Y las que no cuentan con recursos? Ellas pasan a ser víctimas de la más terrible impunidad y olvido. A todo esto hay que agregar el tema migratorio, la irregularidad criminalizada, ser perseguidas y separadas de nuestros hijos, con la imposibilidad de trabajar dignamente o acceder a servicios de salud.

"Canales de televisión como Latina o Panamericana todos los días sacan noticias xenófobas resaltadas del modo farandulero y amarillista que caracterizan su línea editorial".

El Colectivo Madres Migrantes Maltratadas lo constituimos hace unos años por estos reiterados abusos, y viene luchando por tratar de cambiar esta situación, siendo difícil cada logro en materia migratoria por el ambiente de hostilidad y xenofobia que genera el mismo Estado. 

Hace dos años la ONU llamaba la atención a Perú por los atropellos a los migrantes denunciados por las víctimas en medios y recogidos por la Defensoría del Pueblo, dándole un plazo para subsanar estas prácticas. El 2017 se cumplió la fecha, y días antes del plazo, el gobierno promulgó el Decreto 1350 de nueva Ley de Migraciones y posteriormente su reglamento. También se aprueba el Decreto Supremo 001-2017 IN, PTP para otorgar un documento de residencia temporal a los extranjeros, padres de menores de edad peruanos. Eso significa un avance para aliviar de manera temporal, y a voluntad de los funcionarios, algunas situaciones, pero dejando fuera a muchas de nuestras compañeras por no cumplir supuestamente los “requisitos”. Algunos funcionarios lo justifican diciendo que son casuísticas especiales, pero no, no es nada especial, simplemente es  violencia y abandono; no les queda lo suficientemente claro, ni les interesa que quede claro, que una mujer extranjera pueda tener su residencia y nacionalización por temas de violencia familiar y por sus hijos.

El arraigo para nacionalizarte todavía depende de una relación conyugal. El único que puede permitir que te nacionalices con su carta aval es la pareja hombre, ese que muchas veces es tu agresor, con quien tienes procesos, que es investigado por tentativa de feminicidio. Él tiene todo el poder, y el Estado lo ampara, dándole la potestad absoluta de decidir sobre tu vida y la de los hijos.

A esa madre sin documentos le piden demostrar sueldos en UIT’s. A esa misma mujer que tiene años escondida, que mantiene deudas migratorias. Esa abuela viuda que fue esclava de su hombre que por décadas no le otorgó ningún documento en este país. Esa mujer que ha dormido bajo la lluvia porque su dueño la puso en la calle a media noche y no tiene a nadie en el país, obligada a tomar las fotos de las heridas de la paliza, porque la comisaria no quiso aceptar la denuncia porque seguro esa loca puta extranjera se lo merecía. La otra mujer a la que quebraron los brazos en el aeropuerto porque no suelta la barra a la que se ha aferrado para no ser deportada sin su bebe peruano de 4 meses. Estar enferma y no poder atenderte,  ni tener tratamiento, porque no tienes documentos, porque tu pareja nunca quiso tramitarlos. 

Realmente no logro entender, por mucho que me expliquen que se avanza de a pocos, que en comparación con antes estamos mucho mejor, y que entienda que es muy difícil, casi imposible, que un Estado que no protege a sus propias mujeres, nos proteja a nosotras con algo tan sencillo como el derecho a la residencia y nacionalización por violencia familiar y/o nuestros hijos.

Camino con mi hija, mi amada hija que me ha dado esta tierra, digna representante de su raza. Camino con ella tocando las puertas de los políticos,  pero sólo algunos pocos, en su gran mayoría mujeres, cuentan con la sensibilidad de apoyarnos y entender el viacrucis que vivimos, y por eso estamos muy agradecidas. A los demás, tratamos de explicarles  que  no hay arraigo más grande para cualquier ser humano que un hijo, más aun para una madre, una relación amorosa viene y va,  y es extremadamente peligroso  dar el poder a un ser humano sobre el otro para decidir, más aun en una cultura machista y violenta.

¿Tan difícil es otorgar residencia y nacionalización por violencia familiar y por nuestros hijos?

"Uno de los más recientes casos fue la madre y esposa canadiense desaparecida. Ella pudo tener cobertura porque su familia contaba con el dinero para poder venir al país a buscar su cuerpo, el cual aún no aparece. ¿Y las que no cuentan con recursos?"

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Otra de las derivaciones de

Otra de las derivaciones de esta situación es que el hij@ producto de esta relación no pueda salir del pais sin tener la autorización del padre que en muchos casos lo usa como revancha o venganza. No podría un juez dirimir estas salidas con las garantías debidas de regreso al Perú? Espero pronto pueda tener otro tratamiento estos casos de niños inocentos privados de la familia materna por no ser del país de origen.

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