Padres de la patria

Padres de la patria

Ideele Revista Nº 260

Desde hace un tiempo que exploro la integración profesional de mis dos vocaciones: la psicología y el teatro. Hice un primer espectáculo unipersonal (Sin pecado original) donde planteaba la posibilidad de dejar la victimización para volverse protagonista de nuestra vida. En mi segundo espectáculo (Se busca emprendedor) continuaba el recorrido planteando que cuando un protagonista se vuelca a su vocación se vuelve emprendedor. Y este año estrenaré la tercera parte: Padres de la Patria. Donde planteo que cuando los protagonistas conviven entre si y construyen una sociedad se vuelven ciudadanos y surge la democracia.

Sin embargo hay una paradoja inherente en la construcción de una sociedad democrática. No podemos tener democracia sintiéndonos victimas, es necesario que seamos protagonistas y nos volvamos ciudadanos, sin embargo el único camino para que las personas se vuelvan ciudadanos es teniendo democracia. Es la paradoja del huevo y la gallina. Ser ciudadanos para tener democracia o tener democracia para ser ciudadanos. Son ambas cosas a la vez.
La democracia va mas allá de un sistema político, es una necesidad que surge de una evolución en nuestra conciencia colectiva.

Nunca antes en la historia de la humanidad el ser humano se pregunta cuánto poder tiene sobre su vida. Es un despertar de conciencia que está presente en los distintos contextos de la vida humana y se manifiestan en la búsqueda de derechos. Estos derechos posibilitan poderes. Desde la liberación femenina y la adquisición de nuevos derechos y poderes sobre su vida, pasando por la revolución educativa que busca un alumno más protagonista y la revolución corporativa que busca el equilibrio entre bienestar y productividad hasta las nuevas luchas por los derechos de minorías como la unión civil , el fondo de todas estas revoluciones es la conciencia de sentir que tenemos más poder sobre nuestra propia vida y nuestro destino de lo que se tenía antes y por ello surge la exigencia de derechos que permitan el uso de este poder.

Dicen que la célula básica de una sociedad es la familia. Podríamos decir que ¿una sociedad democrática es una suma de familias democráticas? ¿Podemos aplicar la democracia al interior de una familia? ¿Se han preguntado si su familia es democrática? Seguro muchos padres reaccionan de modo inmediato, y no con falta de razón dicen: si hay mucha democracia los niños “se te suben a la cabeza” o que los niños “no pueden elegir como si fueran adultos”.

Definitivamente no pueden hacerlo. Pero la elección no es la esencia de la democracia y mucho menos es la ausencia de autoridad. La posibilidad de elegir es un rasgo de la democracia pero no se reduce a ello. Observemos como muchos dictadores han salido elegidos por la “elección del pueblo” y si bien, estos dictadores, utilizan la “elección democrática” como coartada para justificar su dictadura, el tiempo pone las cosas en su lugar y la conciencia colectiva ve estos gobiernos como dictatoriales así hayan sido elegidos por la mayoría. La democracia no es la dictadura de la mayoría , sino imagínense ustedes si tienen muchos hijos y entre todos deciden lo que se come o el tiempo de estudio o las normas de casa. Seguro estarían dominados por estos niños que como bien piensan muchos papás “se te suben a la cabeza”.

Una de las características centrales de la democracia es la separación de poderes, es decir , no concentrar el poder en una sola persona. El camino de concentrar el poder, de acumular poder da lugar a la dictadura. Y la dictadura funciona a corto plazo, pero tarde o temprano es derrocada, nunca una dictadura es para siempre y si hay familias que proponen la dictadura, tienen que saber que mientras más dura es la dictadura más dura va a ser la rebelión y el derrocamiento y mas dura la condena al dictador. Muchos padres de familia que han concentrado el poder y luego los hijos crecen y los derrocan o abandonan dicen: “mira cómo me han tratado, yo que entregué todo”. Y quizás es solo lo que un dictador recibe luego de terminada su dictadura. En estos tiempos hay mucha presencia de niños dictadores, con mucha concentración de poder y los padres debilitados y sin mucho empoderamiento.

La división de poderes debe hacerse entre todas las personas que componen ese colectivo. En una familia implica empoderar a todas las personas que la componen. Existen muchas resistencias a dividir el poder pensando en si los hijos están preparados o no. Pero antes que hablar de hijos hablemos de pareja o de adultos dentro del hogar. ¿hay división de poderes, un equilibrio de poderes entre papá y mamá? ¿Ambos están empoderados o uno de los miembros de esa pareja tiene la acumulación del poder? Y si no hay papá o mamá, con las otras personas adultas, como la abuela, la tìa, la profesora, ¿cómo divides el poder entre todas esas personas adultas? A veces la lucha de poderes es entre adultos mas que con los hijos. Luego evidentemente, también hay que ir empoderando a las niños para que entiendan lo que significa ser ciudadano. Un ciudadano es una persona empoderada.

Muchos critican a la democracia como un sistema que no ha funcionado, pero es el único camino que se perfecciona así mismo. Justamente las personas que la critican no critican la división de poderes sino que con democracia siga existiendo la concentración de muchos poderes, ya sea político o por monopolios empresariales. Por eso el único remedio ante la concentración es dividir los poderes y luego buscar el equilibrio entre ellos. El equilibrio es lo más difícil.

En estos tiempos de elecciones presidenciales, y de tanta convulsión política y social, muchos critican de modo virulento a las opciones que no son las suyas, y también critican a los diferentes poderes del Estado. Pero si miras al interior de tu familia ¿tú estás haciendo la diferencia? Tu estás criando al futuro peruano y eres el verdadero Padre de la Patria, porque tu hijo representa a la patria del futuro. Por tanto el ejercicio que planteó en mi espectáculo es: si sus hijos pudieran votar antes de nacer por la familia que los va a criar y gobernar por los siguientes 18 años de su vida, ¿los hubieran elegido como padres?

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