Timo Parvela: “La educación en Finlandia es individualizada”
Timo Parvela: “La educación en Finlandia es individualizada”
No habla una pizca de castellano. Nació en Finlandia, ese lejano país donde el sol brilla en la medianoche durante una parte del año. Hasta el año 1995 fue un profesor de primaria que nunca se imaginó que viajaría por el mundo de feria en feria del libro promocionando sus libros: ha escrito más de 90 novelas para niños. Pero antes de entrar de lleno en estos temas, no pudimos dejar de preguntarle sobre el paradigma educativo finlandés.
Se considera a Finlandia como un modelo educativo casi ideal.
Nosotros crecimos con este sistema y nos parece muy normal. Uno de los criterios es que es una educación bastante inclusiva. No hay colegios privados. En el pueblo en el que vivas tendrás la misma educación, sin diferencias. Todos los profesores tienen educación universitaria y maestrías. Por lo tanto, tienen el mismo nivel y aplican los mismos criterios.
¿Hubo alguna reforma que permitió que los criterios y las metodologías cambiaran o siempre la educación finlandesa fue menos tradicional y más libre?
En el año 1971 hubo una gran reforma educativa que permitió que la educación superior se extendiera. Antes los oficios técnicos no tenían nivel superior. Se quiso ampliar la educación y volverla igualitaria. También se asumieron otro tipo de metodologías.
¿Qué métodos especiales utilizan?
Uno de los puntos más importantes es que los profesores van al ritmo de los alumnos que tienen más dificultades, y tratan de incorporarlos al grupo. Los más talentosos tienen otros canales por los cuales expresan sus habilidades. Hay bastante cariño y se les trata a todos por igual.
¿Qué tipo de estímulos reciben los niños con más capacidad como para que no se aburran y puedan ir a un ritmo más lento?
Los profesores tienen que ser muy imaginativos y lograr mantener la curiosidad de cada alumno. El número de alumnos es importante para lograrlo, y éste varía de 15 hasta 32 como máximo. Es muy raro que haya 32 en una clase.
¿La educación superior también es estatal?
La educación es gratuita en Finlandia, incluida la universitaria. Hace poco han empezado a funcionar una universidad de Estonia y otra de Suecia que son privadas. Otra cosa que quiero resaltar es que no tenemos pruebas estandarizadas estatales. Cada profesor tiene su propia forma de evaluar a sus alumnos y elaboran sus propios exámenes y evaluaciones.
En el Perú se toman las pruebas internacionales PISA, pero tampoco hay esos exámenes a nivel nacional.
Lo menciono porque en países como los Estados Unidos esas evaluaciones son fundamentales y los colegios compiten entre sí para ver cuáles tienen los alumnos con mejores notas. Se ha demostrado que cuando eso ocurre, todo el interés se concentra en pasar los exámenes y no en que los niños realmente aprendan.
¿A ustedes no les importa haber bajado en el ranking de la prueba PISA, y que los países asiáticos estén obteniendo los mejores resultados?
Los países asiáticos se han puesto como meta sacar los mejores puestos en esta prueba; nosotros nos concentramos en tener la mejor educación para cada alumno. Realmente no nos importa la prueba PISA. No es nuestra meta. Nosotros preparamos a los niños para la vida.
¿Existe un Ministerio de Educación que estandariza los contenidos de la currícula?
Sí, hay un Ministerio de Educación que establece un plan anual a nivel nacional. Pero cada colegio lo adapta, y cada profesor lo vuelve a adaptar para su clase. Esto hace que termine siendo bastante individualizado.
¿La mayoría de jóvenes aspira a estudiar en la universidad? En el Perú subsiste la idea de que hay que ir a la universidad para lograr un mayor estatus y triunfar en la vida.
Tenemos otras opciones como las carreras técnicas que tienen nivel superior. Son carreras que también son valoradas como la hotelería o los negocios internacionales. Pero sí hay una aspiración de la mayoría de acceder a una educación superior con un título equivalente al universitario.
¿La idea de la educación pública y gratuita es un consenso en Finlandia, o ya se introdujo la polémica sobre la privatización de una parte de la educación como ocurre en otros países?
Siempre hay algunos que quieren otro modelo para sus propios hijos. Tenemos alternativas de clases especializadas de música, o el dictado de todos los cursos en inglés. Todas estas posibilidades las brinda la educación pública.
¿Se puede decir que los finlandeses son bilingües?
No tanto como eso, pero sí se enseña inglés en los colegios porque lo necesitamos para comunicarnos con el mundo. El finlandés solo lo hablamos 5.5 millones en el mundo.
El bullying ocurre en todos los países; suponemos que Finlandia no es una excepción.
Hemos creado un programa que se llama “Colegio chévere” que se ha exportado a otros países y que funciona muy bien para neutralizar el bullying. Cuando esto ocurre, el profesor tiene que ver la forma de controlarlo. Cuando hay cientos de niños juntos ocurre inevitablemente. En Finlandia estamos muy preocupados con este problema y se están buscando maneras de evitarlo. Además, hoy en día es más difícil de controlar porque pasa también por Internet y por los medios electrónicos; entonces hay casos en los que no es muy visible.
"La soledad es un tema bastante finlandés. Nos gusta estar solos en el bosque, por ejemplo. En el invierno la oscuridad es casi permanente, no se sale mucho a jugar. Por eso las bibliotecas son lugares muy importantes: hay luz, calor y estás en el medio del pueblo".
¿Cuáles son las diferencias con los otros sistemas europeos? Por ejemplo, la educación francesa forma a los niños para ser muy críticos, muy racionales y se prioriza el aspecto intelectual.
Una de las primeras diferencias es que en Francia se empieza al colegio a los cinco años, en cambio en Finlandia recién a los siete años. Las investigaciones que se han realizado en el país indican que esa es la edad ideal para empezar a estudiar. En Francia el horario escolar es bien largo; en Finlandia hasta los 12 años solo se estudia de cuatro a seis horas diarias. Lo que hemos observado es que después de cinco a seis horas, los niños ya no pueden absorber más conocimientos. Otra diferencia es que en Francia los métodos de enseñanza son más tradicionales. El profesor expone y los niños escuchan, en cambio nosotros estamos con los niños apoyándolos para que investiguen. Tienen más libertad.
¿Los niños pequeños van a una cuna?
La madre que da a luz tiene nueve meses pagados por el Estado en los que se dedica a cuidar al bebé. El padre también puede hacer uso de este beneficio. Es decir, indistintamente cualquiera de los dos puede hacerlo, o distribuir los meses entre ambos. Luego hay programas municipales para que los niños vayan a una cuna-jardín o a la casa de una familia que los cuidará. O también hasta los tres años hay una compensación si alguno de los padres decide quedarse a cuidar al niño. Después de eso, la persona puede regresar a su trabajo y no lo pueden despedir por haber hecho uso de su licencia. A los seis años el niño va al colegio solo a jugar; todavía no se le dictan cursos.
¿Existe algún problema en la educación finlandesa?
Nos preocupan los hombres. El nivel de lectura es muy bueno, pero los niños no están aprendiendo tan rápido como las niñas. En Europa somos el país en el que los hombres se demoran más en aprender a leer.
¿Tienes alguna hipótesis al respecto?
Creo que ellos están muy pegados a los videojuegos.
¿Crees que se debe retrasar lo más posible el acceso a la televisión, a los aparatos relacionados a Internet?
Antes en mi país se creía que había que poner límites a estas tecnologías, pero ahora las investigaciones indican que es difícil contabilizar esto. El niño puede estar hablando por Skype con su abuelo y conectándose con el mundo de una manera positiva. No hay problema mientras no se quede todo el día sentado frente a la computadora y combine eso con otras actividades como el juego y los deportes. Hay otras teorías que sostienen que si pasa mucho tiempo frente a estos aparatos se acostumbra a obtener respuestas rápidas y el cerebro no se desarrolla como debería, y que además el niño no se prepara para las dificultades de la vida y busca respuestas fáciles. Pero yo creo más en lo primero que dije.
La televisión finlandesa produce programas infantiles educativos. ¿Existe alguna regulación de los contenidos?
Los niños casi no se sientan frente al televisor. Ven todo en sus ipads. Encuentran sus programas en YouTube. Sí existe regulación para la publicidad. Esta no se transmite durante los programas infantiles. Después de las nueve de la noche la programación es para adultos.
¿Qué acercamiento previo al libro pueden tener los niños pequeños? ¿Libros con láminas y figuras? ¿Prelectura?
No se prohíbe que empiecen a leer antes de ir al colegio. De hecho hay muchos que lo hacen. La literatura está muy presente en Finlandia.
Suponemos que tu experiencia como profesor de primaria ha sido la que te ha permitido especializarte en literatura infantil.
Sí. He aprendido que cada alumno es un individuo único, que no hay una sola forma de enseñar, que no todos aprenden de la misma manera, y que hay que tener respeto por esa diferencia y por cada uno de los alumnos. Ser profesor me ha permitido saber cómo son y cómo reaccionan los niños. Mi personaje estrella es Elia, una niña de siete años que he creado justamente en base a mi experiencia como profesor.
En la literatura infantil los dibujos e ilustraciones son indispensables. ¿Cómo eliges a tus ilustradores?
El ilustrador debe ser como un cocreador del libro. Hay uno con el que me gusta trabajar. Se llama Pasi Pitkänen y con él he hecho la colección Kepler 62, que es el nombre de un sistema de estrellas. El tratamiento que le he dado es el de una película de cine en la que un grupo de niños llega a estos planetas. Son seis tomos que ya se están vendiendo en Noruega y Finlandia. Yo he querido que sea lo más visual posible. Pasi es el dibujante del videojuego AngryBirds, y lo interesante es que en estos libros las ilustraciones que ha creado tienen ese mismo estilo que atrae a los niños. El ilustrador tiene que saber adecuarse a los diferentes temas y a los nuevos tiempos.
Vemos uno de tus libros que tiene ilustraciones al estilo de las pinturas de Van Gogh. ¿Éstas permiten también un acercamiento de los niños a las artes plásticas?
Sí, ellos van creando su propio gusto. El niño incorpora las diferentes estéticas, que van desde las propuestas clásicas hasta otras más vanguardistas.
Los temas de los que hablas en tus libros nos parecen peculiares. Por ejemplo, te refieres a la soledad, a la amistad, al tiempo y a la felicidad. ¿Estos tienen que ver con las particularidades de la población finlandesa? Ustedes viven en un país de grandes llanuras y colinas, soportan inviernos muy crudos. ¿Por eso hablas de la soledad?
La soledad es un tema bastante finlandés. Nos gusta estar solos en el bosque, por ejemplo. En el invierno la oscuridad es casi permanente, no se sale mucho a jugar. Por eso las bibliotecas son lugares muy importantes: hay luz, calor y estás en el medio del pueblo.
¿Entonces la soledad no es un sentimiento negativo? Acá la vinculamos con el abandono y la tristeza.
No, aunque la soledad tiene también ese otro lado. Por ejemplo, tengo un cuento de un oso que quiere jugar al sube y baja, pero no encuentra a nadie que le haga contrapeso en el otro asiento. Quizás en Finlandia los códigos sociales son diferentes y eso puede llevar a que los individuos tiendan a ser más solitarios.
Cuando te refieres al tiempo nos imaginamos que lo haces porque ustedes están marcados por un invierno que es casi una noche permanente, pero también por un verano en el que no anochece y en que hay sol hasta la medianoche.
Claro, nosotros estamos marcados por el tiempo, por las estaciones. Eso nos hace tener costumbres diferentes y una idiosincrasia bastante particular.
¿Cómo es un niño finlandés feliz?
El niño es feliz cuando es amado. Cuando le ponen límites con amor. Se dice que el niño que juega es feliz. Creo que esto es igual en todo el mundo.
La literatura para niños ha ido cambiando. ¿Consideras que la actual literatura infantil es bastante diferente si la comparas con la de los hermanos Grimm?
Sí, ha habido grandes cambios. Por ejemplo, los hermanos Grimm querían dar un mensaje, enseñar algo. Después la literatura para niños se centró en algún problema que ocurría en la familia. Yo soy parte de un grupo de escritores que piensa que la literatura para niños es literatura. Debe tener diferentes formas, estilos, temas.
"El libro tiene que estar presente en el mundo del niño; es importante que esté físicamente en su ambiente. Eso es lo ideal. Pero el libro electrónico también me parece que es importante porque igual se lee y ese es finalmente el objetivo".
¿Por qué los hermanos Grimm y Hans Christian Andersen siguen teniendo tanta vigencia?
Una buena historia no tiene tiempo. No es solo el tema sino la historia. Un buen contador de historias nunca deja de tener vigencia. Quizás los niños de ahora no los conocen tanto como nosotros, a excepción de cuentos como “Caperucita Roja” y unos cuantos más. Creo que eso está cambiando.
El lobo se come a la Caperucita. En tus cuentos no pasa algo así. En esos cuentos hay violencia y se castiga sin piedad.
No, pero tengo un libro en el que aparece un animalito que solo vive un año, y en la historia también solo vive un año y se muere.
Eso ayuda a que los niños puedan entender y manejar la tristeza, que es una realidad y es parte de la vida.
Sí, funciona para eso. Y sobre lo anterior, hay investigaciones que indican que la lectura de libros con contenidos como el de la Caperucita no son muy peligrosos para los niños. Además, en los hermanos Grimm hay un contenido moral que hace que el malo siempre termine castigado. Sin embargo, las imágenes violentas de las películas de la televisión y del cine sí nutren la imaginación del niño y este tiende a incorporar esa violencia.
¿Consideras que la literatura infantil debe tener un objetivo formador?
No es necesario. Yo soy un escritor, un contador de historias. Para mí contar la historia es lo más importante. Creer algo así es darle a la literatura infantil una categoría inferior. Es creer que no basta por sí misma sino que debe servir para algo. La literatura infantil es la más importante desde mi punto de vista. Los futuros escritores no empiezan leyendo a Camus, sino que se inician leyéndonos.
Hay un boom de la literatura juvenil que se inició con Harry Potter y otras sagas como Crepúsculo.
Este boom es muy necesario. Estos nombres famosos atraen a los adolescentes a la lectura, y esto hace que los más pequeños también quieran imitarlos. Gracias a ello leen mis libros, y yo no soy tan conocido mediáticamente.
Hay una discusión centrada en si basta con leer cualquier cosa o leer libros de calidad. ¿Leer los mensajes del celular, los libros de autoayuda, etcétera, son como una introducción para que después se lean obras de buenos escritores?
Es bueno que se lea, no importa tanto qué. Desarrolla el vocabulario y la forma de ver el mundo. Se vuelve una práctica positiva. Hay tanta información que hay que aprender a extraer la que sirve. Solo con un vocabulario rico y amplio puedes entender las mentiras de los medios y ser parte del mundo de una manera inteligente. Pero hay confusión con respecto a un punto: no basta tener la capacidad de leer, sino que hay que desarrollar la capacidad de entender lo que se lee y expandir nuestro mundo a través de ello. Y otra cosa que me parece peligroso es decirle a un niño ‘esto es buena literatura, esta es mala literatura’. Es mejor que lea lo que le interesa y así se acostumbrará a hacerlo.
¿Qué es lo más característico de la literatura de Timo Parvela?
Quizás el sentido de humor. El humor es un lenguaje para niños y adultos. Pueden leer los libros en familia y compartir momentos juntos.
¿El personaje Elia está basado en una niña real?
Su carácter es una combinación de las niñas que conocí cuando era profesor. Elia es el nombre de mi ahijada, pero no se parece a ella necesariamente. Su popularidad se basa en el hecho de que todas sus características se pueden reconocer en las aulas. Ella es la narradora, la que observa; está sentada al costado y mira al resto.
Además de ser escritor, te dedicas a promover la lectura en tu país. ¿Qué actividades realizas?
He sido el presidente de una organización que se dedica a promover la lectura. Por ejemplo, se recomienda que cada día los papás le lean en voz alta 15 minutos a sus hijos. Yo recorro Finlandia leyendo mis libros; hago conciertos de lectura con música en vivo. Los bibliotecarios van a los colegios llevando los libros que se han publicado recientemente para que los niños se interesen por ellos. Hay un proyecto de una universidad que durará tres años, destinado a promover la lectura. Por ejemplo, cuando un equipo de fútbol va a jugar a otros lugares, les ponen libros en el bus para que vayan leyendo.
La lectura es un hábito que se adquiere de pequeño. ¿Es más difícil adquirirlo posteriormente?
Lo óptimo es que se adquiera en la niñez porque en ese momento se está desarrollando el cerebro, y este va a relacionar la lectura con la producción de dopamina. Esta sustancia hará que a través de la lectura esa persona sienta bienestar y placer. Las investigaciones indican que esa sensación se va a mantener durante toda la vida. Aunque también tenemos proyectos para incentivar la lectura entre adolescentes que funcionan.
¿Qué opinas de los libros electrónicos?
El libro tiene que estar presente en el mundo del niño; es importante que esté físicamente en su ambiente. Eso es lo ideal. Pero el libro electrónico también me parece que es importante porque igual se lee y ese es finalmente el objetivo.
La tecnología ha cambiado incluso la manera de vender y comprar los libros.
Eso está sucediendo también en los países en los que todavía no hay libros piratas y el escritor es el que vende sus libros y recibe sus derechos de autor. Muchos ya están pensando ponerlos en Spotify y eso está cambiando la manera de vender los libros.
¿La mayor competencia a la lectura son los juegos de video?
No sé si la mayor, pero sí es una competencia fuerte. Cómo se usa el tiempo es algo que ha cambiado en los últimos años. Ahora hay Netflix, series de televisión que han cambiado los hábitos incluso de los adultos. En general, la importancia de la lectura en la sociedad está cambiando. Cuando una familia se muda hay menos que cargar porque ya no tienen tantos libros.