Reparaciones: Que no esperen sentados
¿Cuánto se ha avanzado en el Programa de Reparaciones? Los afectados no disimulan su hastío.
Después de casi siete años de iniciado el Programa de Reparaciones para las Víctimas de la Violencia Política, nuestra sensación es que si bien ha habido avances, han sido menores que lo que se hubiera podido hacer y mucho menos aun en relación con las expectativas de las víctimas y sus organizaciones.
Esa sensación se expresó de manera palmaria en el segundo Congreso de la Coordinadora Nacional de Afectados por la Violencia Política (CONAVIP), realizado en Apurímac hace unos días.
Uno de los objetivos en los primeros años de las reparaciones fue la construcción de los planes regionales de reparación en varios departamentos. Aquel periodo puede ser considerado como la etapa regional de las reparaciones, y en ella las experiencias desarrolladas fueron modelos para las políticas nacionales.
El siguiente hito fue la Ley del PIR y su Reglamento, promulgado el último mes del anterior gobierno y que correspondió ya al actual, con un marco normativo para las reparaciones.
Con este Gobierno se inicia el Registro Único de Víctimas, que consolida la información existente, integrando los registros preexistentes, y que se concentra en culminar el libro 2 del RUV destinado a los beneficiarios colectivos. Ciertamente, esta tarea ha sido más intensa de lo que los recursos habían previsto.
En el actual periodo se puso mayor énfasis en reparaciones colectivas. La implementación de los otros programas de reparaciones se ha realizado a través de acciones dispersas, con la excepción de las reparaciones a los indocumentados como efecto de la violencia política, a cargo del RENIEC, que ha logrado dar pasos sustantivos para la documentación de la población afectada en zonas andinas.
En este contexto se llega al II CONAVIP, con el cansancio de las víctimas que, después de varios años de haber sido registradas, no reciben reparaciones; incluso no logran entender de manera clara cuándo y cómo serán reparadas y para qué sirvió el registro de víctimas.
El recorrido de las organizaciones de afectados hacia el II Congreso
La CONAVIP tuvo su primer congreso hace tres años, en Huancavelica. Éste fue un gran esfuerzo de confluencia de organizaciones de afectados por la violencia política, que decidieron constituirse en una organización nacional de coordinación.
Esto debería haber permitido la aparición de voces, si no únicas, por lo menos más coherentes o menos dispersas, para que los entes encargados de efectuar la reparación identificaran con mayor precisión a sus interlocutores. Además, debía permitirles avanzar en propuestas y canalizar los temas de las víctimas en otros espacios. Un ejemplo de ello fueron las movilizaciones que realizaron estos años y las acciones de incidencia sobre el Congreso de la República para la ejecución del presupuesto destinado a reparaciones.
Aun cuando el énfasis de este movimiento está puesto en las reparaciones, atiende también permanentemente los temas de justicia, memoria y las reformas propuestas por la CVR. Un ejemplo de esto es la multiplicidad de lugares, casas de la memoria (Ayacucho, Huancavelica, entre otras), promovidas desde las organizaciones en estos años.
Como ya se indicó, el 26 de abril se inició el II Congreso Nacional de la CONAVIP, cuyo propósito consiste en contribuir al proceso de fortalecimiento de las organizaciones de afectados por la violencia política en el país, y afianzar el proceso de búsqueda de verdad, justicia, reparación y reconciliación. El punto de partida era el Balance de la Implementación de las Recomendaciones de la Comisión de la Verdad y el Plan Nacional de Derechos Humanos para, luego, mirar el proceso post-CVR desde la perspectiva de la CONAVIP y construir la agenda política nacional en el marco del contexto electoral.
En el evento se discutieron las propuestas regionales en materia de justicia, reparación, registro de víctimas, memoria, lugares de entierro y reformas institucionales, así como la formulación de estrategias para la articulación de alianzas con sectores de la sociedad civil (CGTP, comunidades campesinas, etcétera).
Finalmente, los más de 190 delegados provenientes de 12 regiones del país eligieron a la nueva Junta Directiva de la CONAVIP y realizaron una presentación pública de su agenda nacional.
La “Declaración de Apurímac” |
Las conclusiones del evento fueron puestas en un documento de 8 puntos denominado “Por la Justicia y Reparación de Todas las Sangres” o “Declaración de Apurímac”.
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