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La oportunidad perdida

Comienza a jugar los descuentos. Solo le queda protegerse en sus últimos meses, blindarse con sus aliados en el Congreso, principalmente los fujimoristas, para que no lo investiguen, no lo juzguen, ni a él ni a su entorno, a sus fieles compañeros de corrupción. “El futuro diferente”, frase de García en su Gobierno anterior, podría ser el de Fujimori condenado a veinticinco años, y eso indudablemente marca a García y su actuación, la de él y la de su vicepresidente, el almirante Giampietri. 
El Partido Aprista, que sigue siendo la organización política realmente existente en el país, sale maltratado de este segundo Gobierno de García. Sus principales dirigentes investigados. Hay malestar en sus filas. “Ésta es el APRA, qué les parece…”.
Revisando la última campaña electoral de García, en la que, como dijeran muchos, había que “votar tapándose la nariz”, llamó mi atención su spot sobre “los peruanos quieren un cambio responsable, con empleo, con justicia, con inversión, con educación, con trabajo, paz e igualdad. Sin odio y sin violencia”.
Si analizamos estos cuatro años del segundo Gobierno de Alan García Pérez y pensamos en su oferta de “cambio responsable”, me quedo con la frase de Javier Diez Canseco en un artículo publicado en La República a principios de este régimen: “García es responsable del no cambio en el Perú”.
Es, en rigor, la oportunidad perdida para “el futuro diferente”.
Bagua y el manejo de la problemática de los pueblos amazónicos es el mejor ejemplo, aunque creo que es ingenuo decir que la discriminación y el desprecio por esos pueblos es la base de su actuación. Lo que en realidad está en juego es la venta de nuestros recursos, la entrega de gas, petróleo, agua y bosques. Además, por supuesto, de las ganancias de quienes hacen lobbys y de funcionarios varios que se benefician con la firma de los contratos.
Este último año García tratará de mantener las cifras macroeconómicas, de tapar los escándalos de corrupción propios de su entorno y de su partido y de consolidar el modelo neoliberal y la entrega de los recursos naturales. Esto implica, sin lugar a dudas, continuar con la criminalización de la protesta social. Ése es el resumen de lo que habrá.
¿Qué ha hecho García que se pueda destacar? No se puede negar que la economía sigue creciendo, aunque la desigualdad es el tema por resolver. No ha habido redistribución. El Perú ha recuperado el nivel de crecimiento logrado hasta 1975. En el último mes de abril, más de 9%. Y, según diversos analistas, en el 2010, después de Brasil, seremos el país que más crecerá en la región. Hay que destacar además que, de acuerdo con datos del INEI, la industria no primaria (13%) y la construcción (18%) son la base del crecimiento del primer trimestre.
Se ha logrado también hasta el momento la inversión en obras de infraestructura más elevada en medio siglo, oferta planteada en su campaña electoral. Vale destacar además la remodelación de los colegios emblemáticos en Lima, aunque no se avanzó en la reforma de la educación ni se aprobó el presupuesto requerido. También hay que relevar que se ha abierto un camino para la carrera magisterial.
¿Qué pasó sin embargo con la tributación en estos años? García comenzó su Gobierno con una presión tributaria de 16%, y cuando termine ésta será más baja. La reforma tributaria era uno de los cambios requeridos, que hubieran ayudado a cumplir su promesa de cambio con igualdad.
Pero el gran incumplimiento, en términos generales, corresponde sin lugar a dudas a la reforma del Estado. Primero, el tema de la Constitución de 1979, oferta de su campaña. Luego, las promesas de reforma de la Constitución del condenado Alberto Fujimori, que sigue rigiendo los destinos de nuestro país.
Este cambio con paz e igualdad dista mucho de los niveles de criminalización de la protesta que se han vivido y que nos falta ver antes del fin de su Gobierno.
Más de 2.000 dirigentes sociales encausados judicialmente por su participación en jornadas de lucha en defensa de los recursos naturales y de sus territorios.

Lo que en realidad está en juego es la venta de nuestros recursos, la entrega de gas, petróleo, agua y bosques. Además, por supuesto, de las ganancias de quienes hacen lobbys y de funcionarios varios que se benefician con la firma de los contratos.

Juicios abiertos a líderes. Se libera a Lori Berenson, condenada como colaboradora del MRTA a 20 años, de los cuales cumplió 15 en diversas cárceles del país, y luego el Poder Judicial le concede la libertad condicional. Los medios han azuzado al vecindario, al país: le gritan “terrorista”, “asesina”; a ella, a sus padres, a su pequeño hijo. Una sociedad que se muestra atrasada e intolerante como resultado de campañas mediáticas, de “psicosociales” que desde el Gobierno de Fujimori siguen siendo la línea de muchos medios de comunicación. El fantasma del “terrorismo” vuelve a ser levantado en este Gobierno como el principal problema del país, al margen de su real o ficticia existencia en el 2010; peor todavía: se intenta subliminalmente —y a veces directamente— ligar la movilización social legítima al “terrorismo”.
¿Cuál ha sido el papel de García en la construcción de paz, en la reconciliación nacional? Las intervenciones de su vicepresidente Giampietri, las del propio García y su entorno avivan las brasas, no ayudan. Ahí el Gobierno ha actuado con premeditación, alevosía y ventaja; tiene una responsabilidad muy grande.
Se conmemora el aniversario de los sucesos de Bagua el 5 de junio y se propone la fecha como el “Día del Ron Peruano”. Su teoría del “perro del hortelano” no es promotora de paz sino todo lo contrario. No ha tenido capacidad para resolver los conflictos; ha habido incumplimientos y maltratos a lo largo de todo el periodo. García es consciente del significado de sus decisiones últimas con el tema del gas, pues él mismo denunció las normas que autorizaban la exportación del gas en el 2004 y que son las que hoy día defiende para vender nuestros recursos.
Los conflictos en el Perú son múltiples, en una economía que crece pero que excluye y no redistribuye, en el marco de un gran fraccionamiento de las fuerzas políticas, tanto de derecha como de las que están por el cambio.El “cambio” del que hablaba García en su propaganda hace cuatro años, sigue siendo necesario.

Se conmemora el aniversario de los sucesos de Bagua el 5 de junio y se propone la fecha como el “Día del Ron Peruano”. Su teoría del “perro del hortelano” no es promotora de paz sino todo lo contrario.

Réplica