Médicos de la familia: utopía o revolución en Junín
Médicos de la familia: utopía o revolución en Junín
El Programa Médico de la Familia fue creado en Inglaterra y en la actualidad varios países europeos cuentan con este servicio. Se trata de asignar un médico a un determinado número de familias, quien tiene que encargarse fundamentalmente de la prevención de sus enfermedades y en menor grado de la curación y rehabilitación, logrando resultados espectaculares en los indicadores de salud pública.
En Latinoamérica, la República Socialista de Cuba fue la pionera en implementarla, en medio de una situación económica difícil que aún persiste hasta el día de hoy. Claro está que el mérito cubano cobra mayor relevancia por haber logrado esta hazaña en un país tercermundista, con las condiciones desfavorables que le fueron impuestas por el imperio más grande que ha conocido el planeta.
Después de Cuba, no tengo reportado que el programa se haya replicado en algún otro país tercermundista. Quizás se intente algún esfuerzo semejante en Venezuela con el nombre de Barrio Adentro. Sin embargo, estamos seguros que después de Cuba, el Perú es el país donde se viene implementando este programa conforme a los parámetros maestros adecuados a nuestra realidad.
Nuestro descentralizado y autónomo Gobierno Regional Junín, decidió intervenir sanitariamente las áreas más críticas de la población, lugares de bajo nivel socioeconómico, con gran hacinamiento y prevalencia de enfermedades infectocontagiosas. Así, desde el 2011, comenzamos a diseñar acorde a nuestra idiosincrasia, cultura, sociedad, economía, entre otras características, el programa Médico de la Familia. Empezamos en el asentamiento humano Justicia Paz y Vida que cuenta con una población de veinte mil habitantes, asignándoles un total de diez médicos de familia y a éstos una población de dos mil personas promedio.
Tras los resultados favorables, hoy contamos con treinta y seis médicos de la familia en nuestra región, entre las zonas del valle del Mantaro (Huancayo), Alto Andina (Tarma) y Selva Central (Chanchamayo y Satipo). Debo confesar que como presidente regional me atreví a implementar el programa porque estudié en Cuba y observé que el milagro era posible, más aún cuando el Perú está en una situación socioeconómica mejor que la cubana.
En esta tarea el médico está obligado a no ver al paciente desde el punto de vista biologicista, sino desde un ángulo psicológico, social y medio ambiental. Para que el programa funcione es necesario contar con tres elementos:
1. El Médico de la Familia. Se trata de un galeno con conocimientos y entrenamiento en el manejo de la medicina familiar. Es el actor principal que promueve la salud a través de cambios en los conocimientos, hábitos de vida y costumbres higiénico sanitarias, previene la aparición de enfermedades y daños en la salud de la población. Garantiza el diagnóstico precoz y la atención médica integral, desarrolla rehabilitación dirigida a la población discapacitada física o psíquicamente, alcanza cambios en el saneamiento ambiental de su radio de acción, así como de las condiciones higiénicas en que viven las familias bajo su control, y desarrollar investigaciones que respondan a las necesidades de salud de la comunidad. Organiza círculos de lactantes, maternas, escolares, adolescentes, ancianos, personas de riesgo, entre otros trabajos. El salario del galeno es asumido por el gobierno regional.
2. El módulo, edificación de dos pisos. En el primer piso se encuentra la sala de espera, el tópico, servicios higiénicos para el paciente y el consultorio del médico. Cuenta con equipamiento médico (estetóscopo, tallímetro, balanza adulta y pediátrica, camilla, coche de paro, aspiradora, etc.), equipamiento quirúrgico básico (autoclave, pinzas hemostásticas, equipo de sutura, set de parto, etc.), equipamiento imagenológico básico (negatoscopio y ecógrafo) y medicinas genéricas básicas. En el segundo piso se encuentra la vivienda del médico la misma que cuenta con cocina, servicios higiénicos, dormitorio, sala amoblada, lavandería y azotea.
3. La comunidad. Es la razón de existir del programa, es la población que será educada en una nueva cultura sanitaria, debiendo ser dispensarizada (clasificada), tomando en cuenta las características premórbidas y mórbidas de cada integrante. Es imprescindible que la comunidad contribuya activamente con su médico en una especie de retroalimentación. Aquí no se discrimina a nadie, así cuenten con seguros como EsSalud, SOAT, SIS y otros privados.
En nuestro programa piloto, se lograron algunos resultados de impacto como la ausencia de mortalidad materna e infantil, inmunización del 98% de los niños, disminuyó la congestión en consultas externas y emergencia hospitalaria, se está logrando una tendencia decreciente de los ingresos hospitalarios, logra captación temprana de la embarazada por encima del 95 %, lo cual ha permitido aumentar la calidad de la atención prenatal, elevación del parto institucional, descenso del índice de bajo peso al nacer, incremento de la lactancia materna exclusiva hasta el sexto mes de vida, incrementa la práctica de ejercicios físicos como elemento para promover la salud, terapia y rehabilitación de numerosas enfermedades, aplica nuevas formas terapéuticas, como la medicina verde, la acupuntura, la digitopuntura y otras, cambios positivos en las acciones relacionadas con la planificación familiar y la educación sexual.
Nuestro objetivo es innovar y fortalecer la atención primaria en la región Junín, reducir las principales causas y factores de riesgo de morbilidad y mortalidad de la población mediante la prevención, invertir el predominio de las enfermedades infecciosas sobre las enfermedades no transmisibles, mejorar la insatisfacción de los pacientes con la calidad del servicio prestado, evitar los efectos negativos derivados de la súper especialización, con ausencia de integralidad en la atención, ya que continua predominando el enfoque biologicista en detrimento de los aspectos psicosociales y ecológicos, logrando una verdadera promoción de salud, adecuar los cambios demográficos, pues es evidente un incremento de la población adulta especialmente los mayores de 60 años que necesitan de la atención domiciliaria, elevar el nivel educacional y cultural de la población juninense los hace más exigente y menos tolerante a la incapacidad del sistema de salud para solucionar sus problemas.