Zenaida Solís

Artículos del autor

  • Finalizado el primer año de PPK, una palabra define el temperamento mayoritario de los peruanos: DECEPCIÓN (con mayúsculas). Sorprendentemente, el presidente que conocía todos los vericuetos del poder por haber transitado entre ellos desde joven, el hombre de los grandes negocios internacionales, el reiterado ministro de Economía consultado por todos los gobiernos, se ha mostrado débil, falto de carácter. Pedro Pablo Kuczynski ha resultado, en este primer año, maniatado por un Congreso de mayoría retrechera y beligerante, donde manda con disciplina de miedo su adversaria electoral, que no termina de aceptar su...
  • Hace un año el Perú, en plena campaña electoral, se debatía entre el continuismo y la diferencia. Esta última era encarnada por el entonces candidato Ollanta Humala. Ahora que ya es Presidente, ¿se nota la diferencia con anteriores gobiernos? Responden la periodista Zenaida Solís y el sociólogo Nelson Manrique.El lema del presidente Humala en campaña fue “en la honestidad está la diferencia”, y prometió luchar contra la corrupción. ¿Se nota la diferencia?Zenaida Solís: A Ollanta Humala le está costando recordar lo que había prometido en campaña. La lucha contra la corrupción y la seguridad ciudadana iban a ser...
  • Cero astucia política Quizá el mayor “pecado” de Susana Villarán sea su falta de astucia política. Su más cara aspiración era convertirse en una figura política de nuevo cuño, transparente y formadora de ciudadanía, ideales hermosos pero distantes de una realidad harto distinta. En un país como el nuestro, donde camina mejor el político que mide cada paso evitando “pisar callos” para no sufrir el pisotón de retorno, se puede decir que nada más instalada en el Palacio Municipal, la alcaldesa y su equipo pusieron en la cabeza de sus enemigos políticos la idea de la revocatoria; y de ahí para adelante lo que han tenido...
  • El proceso electoral del 2016 será la cuarta elección presidencial ininterrumpida en los últimos 100 años en el Perú. Eso significa que hemos entendido que las aventuras dictatoriales, caudillistas, deben quedar en el pasado y que queremos vivir en democracia. Sin embargo, lo que podría ser motivo de satisfacción es apenas un consuelo, porque, podemos decir que tenemos democracia, pero no estamos satisfechos con sus resultados. La que tenemos es una democracia coja y ciega, carente de cualidades que nos ayuden a caminar más ágilmente hacia la consolidación de un sistema que nos ofrezca mejor calidad de vida para...