La última prueba censal, que no es una evaluación como algunos la llaman (inclusive el mismo Ministerio de Educación), ha tenido resultados relativamente positivos si se comparan los datos de 2014...
Indudablemente, el economista Jaime Saavedra Chanduví aceleró el ritmo de acciones-realizaciones en el Ministerio de Educación, iniciadas algunas durante la gestión de Patricia Salas. Inclusive,...
Al final del gobierno, aparecen en el horizonte eventos y escritos donde se reflexiona sobre nuestra educación. El sabor que nos va quedando de estas interesantes intervenciones es que sólo se...
En efecto es una desilusión saber que este primer mandatario, obedece a indicadores presuntamente numéricos, o que lo importante es el denominado "crecimiento económico", obedeciendo, a la frivolidad de encontrar una encuesta agradable, descuidando las nobles esperanzas de un pueblo, que personificó, en éste, y escudó su esperanza, aletargada de suprimir la desigualdad y el enquiste de pudrimiento del aparato estatal, pues es evidente que todo esto no es ajeno a nuestra realidad, estando vigente y en pleno vigor y potencialmente a futuro, lo expuesto por nuestro pensador nacional Gonzales Prada; que lo que antela a toda acción gubernativa, es la emisión de pus, hecho que el gobierno liderado por este personaje, que no se encuentra a la altura de tal cargo, no ha iniciado o pretende hacerlo, pues su lema fue erradicarla, y que con la deficiencia que muestra, no lo logrará o mermará en lo mínimo; pues lo que ha traslucido y ha dejado entrever, es la de un títere, gobernado por la deslealtad, apuñalando, a su pueblo, el que le facultó representarlo, para luego de ello, aparecer como un vil verdugo, que simulando a Izcariote, ahora, pone el futuro de los por venir, en una tierra con un liquido tóxico, con una tierra infértil, luego del exterminio desplegado por una minería deplorable, como sucede y acontece con la ciudad de Cajamarca, pues las fuentes vitales, han sido exterminadas, pues se erradicó a una de las fuentes mas importantes de dicha ciudad, dejando como legado, agua con pésimos estándares de calidad y no apta para el consumo humano, pues ello, no se pone de manifiesto, pues la pus no se evidencia o no se trasluce, pero que cualquier ciudadano Cajamarquino evidencia, del propio sabor de su liquido elemento que llega a sus viviendas, situación que denotará en un tiempo no muy lejano, la secuela de índices de enfermedad por dicha ingesta; por lo que el clamor de dicho pueblo, es justo y se encuentra amparado en la Ley, pues la prohíbe, de desarrollar actividad minera en cabecera de cuenca.