La idea de que la educación es un elemento fundamental para un óptimo y real desarrollo en un país como el Perú, con crecimiento macroeconómico sostenido, pocas veces ha sido más traumáticamente...
A fines del año 2013 la ubicación del Perú en la prueba PISA 2012 nos mostraba que los estudiantes que empezaron su escolaridad el año 2002 estaban en una situación crítica: el Perú aparecía en el...
La última prueba censal, que no es una evaluación como algunos la llaman (inclusive el mismo Ministerio de Educación), ha tenido resultados relativamente positivos si se comparan los datos de 2014...
Ayacucho ha quedado evidentemente en la memoria colectiva como el símbolo de un tiempo de violencia y muerte, pero a pesar de que las características de los conflictos necesariamente no son los mismos, ni obedecen a la coyuntura de la década del 80 y el 90 en la región, cada vez que se suscitan hechos de violencia, los nuevos escenarios no son objeto de un análisis objetivo por parte de los hacedores de políticas o quienes toman decisiones a nivel de gobierno, el Ayacucho “terrorista” resucita. Lo más lamentable de este hecho es que las políticas y estrategias para enfrentar los sucesos del VRAEM no son coherentes, porque no responden a la realidad del contexto y Ayacucho vuelve a tomar un sesgo negativo. Felicito el artículo de Jeffrey Gamarra por su análisis detallado de las características político sociales de la nueva coyuntura y por continuar apostando por Ayacucho.