Asumamos que Guzmán queda fuera de carrera. Si bien matemáticamente tiene opciones, lo lógico es que el JEE termine tachando su candidatura y se quede sin elección. Hoy todas las otras agrupaciones...
Por fina cortesía del Jurado Nacional de Elecciones, demás organismos electorales y la informalidad de los partidos políticos nuestros de cada día, estamos ante un borrón y cuenta nueva inédito en...
El escenario electoral ha cambiado radicalmente de un momento a otro. Contra lo que se pronosticaba, a Keiko se le está moviendo el piso. En un momento se llegó a pensar hasta que podía ganar en...
Dra. Matilde. Su artículo invita a seguir la reflexión.
Cuando he conversado con algunos taxistas me ha sido imposible no percibir su violencia, su odio, las "razones" emocionales (no políticas, propiamente). Me parece que hay un deseo de excluir a un invasor, a alguien que no puede estar en el universo de los elegibles y gobernantes; a alguien que no puede representar, a un usurpador. Una interpretación sería que Susana Villarán y su equipo se han metido en el terreno cultural de la antipolítica de las redes y arreglos de un modo de ejercer el poder social y político. Este tejido se expresa en n programas de tv, prensa amarilla y en los modos reales de conseguir las cosas en el espacio público. SV y su equipo atentan contra una cultura, contra un modo de articular verdad, poder y conocimiento (la referencia es conocida). Es el lado oscuro del neoliberalismo y un engendro de la década de la antipolitica, como decía Carlos Iván Degregori. Este componente perverso del sistema político ha sido movilizado en campañas electorales anteriores; pero ahora anda en busca de un líder. Quizás sea esto lo más temible, y si ganasen, sería peor.