Encrucijada política
Encrucijada política
El nuevo gabinete del gobierno del presidente Ollanta Humala – y ojala el último - ha resultado sin duda una sorpresa por su premier Pedro Cateriano Bellido, que emergido hace ya 25 años a la política en el Movimiento Libertad de Mario Vargas Llosa, se había constituido en el más duro y mordaz crítico de la oposición y en particular del fujimorismo y el aprismo.
Esta designación que ya ha merecido análisis por parte de los constitucionalistas respecto de las posibilidades que implica de desafío a dichos sectores de oposición con la amenaza de la disolución constitucional del parlamento, ha sido sin duda una jugada táctica del presidente Humala, que ha creado un escenario político con varias opciones de proyección.
Una primera es que el interés de los partidos democráticos estará centrado en mantener el sistema, que ya está alcanzando tres periodos de gobierno sin interrupciones por golpes o autogolpes de estado, lo que de hecho constituye un logro muy importante en nuestra precaria y débil democracia. Y otro inmediato o derivado del anterior, es la oportunidad de participar en las próximas elecciones generales que a poco más de un año de plazo, ya está generando la aparición y el movimiento de los candidatos, la publicación de encuestas y en general la creación de un ambiente electoral que deberá acelerarse progresivamente y que es el camino para concretar la aspiración máxima de los partidos y sus líderes que es ciertamente alcanzar el poder.
La segunda es que este objetivo requiere de un gobierno concertador, que haciendo las menores “olas” posibles en lo político, se aboque a realizar las elecciones con las más plenas garantías de neutralidad, libertad, imparcialidad y pulcritud. Este escenario es evidente que ha impulsado a los partidos y en especial a sus líderes, a buscar los términos más cordiales en el dialogo y la concertación con Cateriano y su gabinete. Por tanto, y diríamos paradójicamente respecto a sus antecedentes políticos, el nuevo premier ha encontrado un ambiente positivo para el diálogo.
Ahora bien, y desde la perspectiva del gobierno, y su campaña política, con miras a las elecciones del 2016, este escenario es complejo, porque requiere de un premier concertador y dialogante, pero a la vez de una campaña de ataque a los partidos de oposición destinada a marcar una posición diferente y que resulte atractiva al electorado, que El no podrá ejecutar y por tanto deberá estar a cargo de otros voceros del partido, donde el más caracterizado - por la tribuna que su función le otorga y su innegable personalidad radical – será sin duda el propio presidente de la república.
Esta dicotomía, resultará sin duda difícil de conducir para el presidente del consejo de ministros; especialmente después del 28 de Julio del 2016, cuando el congreso podría censurar todas las veces que quisiera a los gabinetes del ejecutivo, estando ya cerrada constitucionalmente la opción de disolución del parlamento. En esa riesgosa dirección, ya se ha producido un primer ejercicio de agresión politica, con un acto de indudable violencia verbal por la referencia del presidente Humala a quienes atacan a su esposa Nadine llamándoles “jauría de cobardes”.
Paralelamente, el gobierno saliente tendrá que esforzarse en mostrar resultados positivos de su gestión y en ese campo lamentablemente no tiene obras de magnitud significativa, aunque ha iniciado algunas que no estarán listas y ni siquiera medianamente avanzadas como el gasoducto sur andino, la refinería de Talara y el complejo petroquímico de Ilo. Y en el campo de los logros sociales, habrá de insistir en sus conocidos programas Juntos, Pension 65 y Beca 18, de los que según la oposición, en por lo menos los dos primeros, se trata simplemente de la continuación o re-bautizo de anteriores ya existentes.
La tercera opción, menos probable a nuestro entender, sería que la oposición apro- fujimorista, desatara una guerra contra Cateriano después de concederle la investidura constitucional en el parlamento, buscando que poner en evidencia precisamente la escasez de logros por mostrar que hemos mencionado y sobre todo poniendo en evidencia la utilización indebida de los recursos y medios del estado para la campaña del partido de gobierno, que ya comienza a percibirse peligrosamente.
En este tema, si el partido de gobierno quisiera proyectar una imagen de imparcialidad y de limpieza política, tendría que practicar una conducta cuidadosa en el accionar de sus operadores políticos y especialmente de quienes ejercen funciones publicas, comenzando por su presidente Nadine Heredia. Esta actitud no sería fácil de cumplir pues, por ejemplo, tendría que partir de no utilizar los recursos del estado, como transportes, seguridad y publicidad en provecho de su propuesta electoral y eso como sabemos y estamos comenzando a ver, no es fácil de cumplir.
El telón de fondo de estas opciones será sin duda el campo de la gestión de la economía y del desarrollo humano que se alcance en los meses que faltan del mandato del gobierno.
En ese aspecto, hemos pasado en los últimos años de un escenario de crecimiento sostenido del PBI de promedios de 6 % anual a uno de baja proyección que con suerte podría alcanzar el 4 % o 3 % este año, y asistimos a un debate sobre las causas y los remedios para enfrentar ese deterioro. Alli nos parece que se dará el debate político de fondo y las propuestas que deberían definir la inclinación del voto de la ciudadanía en el proceso electoral que se inicia. Las preguntas podrán ser en ese campo: ¿Hemos hecho los esfuerzos suficientes para la transformación del eje fundamental del desarrollo que es la educación? ¿Estamos en camino de superar la pobreza y la falta de oportunidades para la juventud? ¿Tenemos una activa política de diversificación productiva, acompañada de una vigorosa promoción de la inversión en ciencia y tecnología? ¿Estamos haciendo los esfuerzos suficientes para mejorar la articulación vial y de comunicaciones en todo el territorio nacional, para integrar el país y conectar las fuentes de producción al conocimiento, la tecnología y los mercados?
Y finalmente, en el campo de la búsqueda de una democracia eficaz basada en partidos políticos fuertes, organizados y representativos de la sociedad, no podremos soslayar la urgencia de la reforma electoral, que de una vez por todas, suprima el pernicioso voto preferencial, establezca la bicameralidad sin incrementar en absoluto ni el numero de parlamentarios ni el presupuesto del congreso. Determine la renovación por tercios del congreso, para permitir el escrutinio, la elección y la sanción del electorado a los malos parlamentarios. Y por último financie a los partidos y a la vez fiscalice su gestión económica haciendo obligatoriamente transparentes los aportes y los gastos en las campañas, para evitar el trafico de influencias y la injerencia de los poderes facticos y de las mafias en el gobierno del pais.