Hija de la laguna: caso Conga en pantalla
Hija de la laguna: caso Conga en pantalla
Una vez más, Conga hizo noticia en el extranjero. La historia del sonado caso la contó Ernesto Cabellos a través de su documental Hija de la laguna, estrenado en el festival de cine documental Hot Docs que se celebra anualmente en Toronto, Canadá. Revista Ideele estuvo allí y conversó con Cabellos y Nélida Ayay, el personaje central del documental.
Acuña es el símbolo internacional de la lucha contra el proyecto minero Conga. ¿Por qué decidiste centrar tu película en Nélida y no en Máxima?
Cabellos: Bueno, porque para contar esta historia tan compleja, para construir un relato documental, que pueda funcionar para dar a conocer la historia... creo que Nélida nos ofrecía lo que estábamos buscando. Es decir, el perfil de ella... Nélida ha hecho antes un documental, un corto documental que se llama Yakumama – que quiere decir Madre Agua –. Así la conocimos. Y ella narra ese documental. Entonces, allí hay varios elementos porque allí ella se refería al agua como la Madre Agua; ella ya conocía el trabajo de cómo se hace un documental.
Además, considerábamos que la historia de Máxima era importantísima de ser incluida, pero necesitábamos un narrador para que te lleve a través de la historia, a través de los personajes que hay – como Máxima, Marco Arana –, o, como a través de eventos – como la Marcha del Agua y otras cosas importantes –, y su función es esa: narrar, servir de hilo al relato.
También sucede que cuando empezamos este proyecto hace poco más de tres años a Máxima la conocíamos, pero todavía no había sido declarada la Mujer del Año. Eso ha venido después.
Esa es mi otra pregunta. ¿Cuánto tiempo tardaste en montar este documental?
Cabellos: Estamos en este proyecto desde inicios del 2012 hasta el último registro de finales del año pasado.
Tu último registro ¿fue antes o después de que le destruyeran la extensión de la casa de Máxima?
Cabellos: Antes. Lo que pasa es que no estábamos tan pegados a los eventos. Entonces, hay eventos dentro de un conflicto tan fuerte, tan intenso, que no hemos podido cubrir todo... Para tener la capacidad que puedes tener para poder hacer un documental tienes que tomar decisiones: o vas a hacer un documental de seguimiento donde hagas toda una cronología, o hacemos un documental sobre esa conexión espiritual con el agua y la lucha que hay detrás...
Y entonces nosotros decidimos tener un personaje que nos sirva de narrador y que nos haga conocer otras situaciones, otros personajes, pero que no sea un documental de seguimiento, como sí lo fue, por ejemplo, Choropampa: el precio del oro. Y, por eso, si nos preguntas del tiempo que tenemos un vínculo, yo retomaría hacia el año 2000 cuando empezamos a filmar en Cajamarca el primer documental que hicimos en Guarango que era sobre este poblado de Cajamarca – Choropampa – que es intoxicado por un derrame de mercurio de la minera Yanacocha y cómo elige a un joven alcalde para guiar al pueblo en la lucha por asistencia médica y por justicia.
En cuanto a la joven holandesa que hace joyas, ¿por qué decidiste llevarla a Madre de Dios, lugar que tiene que ver más que nada con la minería informal, mientras que el proyecto Conga tiene que ver, supuestamente, con todo lo contrario?
Cabellos: Lo que sucede es que nosotros no elegíamos. O sea, ella venía al Perú a buscar oro limpio y su propósito es de seguir haciendo su industria de joyas, seguir trabajando como artista en la industria de la joyería, solo que quiere encontrar oro limpio, y, en la selva, en Madre de Dios, hay como unas empresas pequeñas que están en un proceso de certificación – que eso ya no lo incluyo en el documental porque es entrar en demasiados detalles – que trabajan bajo el sello de Fair Gold, que es el mismo de Fair Trade; la misma organización está haciendo un proceso de certificación de minería de pequeña escala que mitiga sus impactos, que son socialmente responsables, que tienen... que son socialmente aceptadas para poder ser una fuente de oro limpio para la joyería. Entonces, esta joyera holandesa tenía interés en conocer estas empresas que están en proceso de certificación, pero en el camino va y visita lugares donde hay mayor destrucción.
Y el propósito de incluirla es pues para también plantearle al público algunas preguntas: ¿De dónde vienen nuestros anillos? ¿De dónde vienen nuestros aretes, nuestros collares? ¿De dónde vienen nuestros aros de bodas? ¿De qué parte salen? ¿Salen de la minería a tajo abierto, con una gran empresa detrás, o, salen de las mineras artesanales de Bolivia? Es por eso que pusimos esa escena de socavón saliendo hacia la joyera. ¿Sale de esas mujeres que trabajan como topos allí metidas en condiciones de inseguridad muy difíciles, o, sale de la minería artesanal de Madre de Dios? O sea, para conmemorar esos actos de nuestras vidas tan especiales: ¿El oro es algo que ha producido sangre, o algo que ha producido contaminación? Y la joyera lo dice en sus propias palabras. Ella dice que, sin saberlo, la gente lleva sangre colgada sobre sus cuellos, sobre sus manos, sobre sus muñecas...
Nosotros lo consideramos a Ollanta como otro traicionero más… Un presidente incapaz que tal vez no tiene la decisión suficiente para decidir las cosas y que ha engañado al pueblo
¿Cuál es el mensaje que quieres transmitir a través de tu documental a aquellos que conocen a fondo la lucha contra Conga y a todos aquellos que no la conocen?
Cabellos: A los que no la conocen... Los que poco conocen esa lucha es un público que a nosotros nos interesó más.
¿Por qué?
Cabellos: O sea, es la gente para quien el documental se ha construido como un relato, como una buena película. O sea, no tienes que estar interesado en las lagunas de Conga para poder apreciar la película como un relato interesante. Y una prueba de ello, de haber alcanzado esa aspiración es que esté presente en este festival que es un festival internacional que tiene un comité de selección bastante riguroso, que revisa películas de todo el mundo y ha puesto a La hija de la laguna entre los 12 títulos que están en la competición oficial, en la competencia internacional.
Esa fue una preocupación: llegar a ese público que no conoce, o que poco conoce la lucha... y llegar a través de un buen relato, de una buena hora y media de película que pueda ser apreciada en Toronto, Paris, Londres, Buenos Aires.
Y la película también va dirigida para Máxima, para Nélida, para quienes están allí presentes en la lucha, para los guardianes y las guardianas del agua, porque creo que a través de la experiencia de verse en la pantalla les da una distancia que les permite darse cuenta de lo que están haciendo, de cuán grande es lo que están haciendo. Y eso también...como un homenaje para ellos, para quienes luchan por el agua, quienes han dedicado su vida a toda esa lucha.
Y, también pensando en ellos, ese tipo de documental les da una visibilidad que los protege... porque recuerdo en situaciones con Nélida que había mucha preocupación durante todo este tiempo… Es decir, ella está poniendo la cara y eso no disipa de todo la preocupación. Nosotros siempre le hemos dicho que el documental le da una protección; o sea, imagínate, hay activistas y organizaciones de solidaridad aquí en Canadá que ya la quieren conocer.
Entonces, el documental te da esa oportunidad de vincularte, cosa que al final, cuando sucede una vulneración de derechos humanos si no te conocen, si eres un campesino desconocido, probablemente eso quede impune. Entonces, mientras más visibilidad tenga la gente, mas protección tenga.
El proyecto minero Conga cuenta con el apoyo y financiamiento del Banco Mundial. Recientemente, Jim Yong Kim, el presidente del Banco Mundial, ha admitido que dicha institución ha fracasado en el cumplimiento de sus propias normas, normas diseñadas para proteger a las poblaciones más pobres y vulnerables del planeta. ¿Cuál es su reacción?
Yayay: En primer lugar, no he escuchado nada sobre eso. Lo otro es que ya no me sorprende esto, porque siempre los países desarrollados forman este Banco... para defender sus intereses económicos, así que eso ya no es novedad para mi… O sea, ¿pedir disculpas para qué? El daño es irreparable. Mire, hay muchas pérdidas humanas, gente que perdió la vida, que nunca más volverá a ver a sus familiares; a un cerro que destruyen, a un manantial que desaparecen, a nosotros que no nos respetan, ¿pedir disculpas en qué sentido? ¿Para qué? Más bien que dijera: fue tal empresa, tal compañía, que estaba ubicada en dicho lugar, pero que ahora ya se va a retirar para siempre, puede ser. Pero, ¿mejorar las reglas en qué? Yo no creo eso. No me sorprende eso. O sea, no es ninguna novedad que el presidente del Banco Mundial haga esas declaraciones.
Hay mucha gente en Perú que no cree en Ollanta Humala y que asegura que la población ya perdió fe en su sistema judicial. ¿Comparten esa opinión?
Yayay: Bueno, claro. Nosotros lo consideramos a Ollanta como otro traicionero más… Un presidente incapaz que tal vez no tiene la decisión suficiente para decidir las cosas y que ha engañado al pueblo, porque nos ha engañado, y nos sentimos muy traicionados por él.